VIOLENCIA IDEOLOGISTA
Álvaro Cordón Flores
Todos las personas maltratadoras responden al mismo patrón de brutalidad y violencia, al margen de las razones que fabrican para justificar su violencia.
El maltrato ejercido sobre personas, animales o cosas, retrata a la persona que lo ejerce dejando al descubierto su lado más irracional y agresivo.
Cuando hablamos de maltratadores todos giramos la cabeza hacia la violencia llamada de género, sin fijarnos en la larga ristra de maltratadores que campan a sus anchas en el seno de la sociedad.
Muy activos son actualmente los maltratadores ideologistas, son esos justicieros que se creen justos, que llaman fascista o traidor a cualquiera que piense, o exprese una opinión que no les cuadre, y que se arrogan el derecho a ejercer la violencia para imponer su criterio.
Justo el mismo sistema que usan los maltratadores machistas o de género para someter a sus víctimas.
La violencia sexista maltrata o mata a la víctima, porque considera que ésta tiene que estar sometida a sus apetencias sentimentales y sexuales, y porque le debe obediencia ciega.
La violencia ideologista maltrata o mata a la víctima, porque considera que está no se ajusta a sus supuestos ideológicos y que por tanto es un enemigo a abatir.
Los maltratadores ideologistas son los machitos de la política (hombres o mujeres), son quienes en nombre de la revolución de ultraizquierda o de ultraderecha (es lo mismo) de las que dos paradigmas máximos son Hitler y Stalin, y a través del adoctrinamiento y de una violencia programada, intentan romper la convivencia para imponer sus criterios.
Aprovechando la crisis que tenemos, (muchísimo menos grave que la que tienen esos países en los que se miran y a los que ponen como ejemplo a seguir), arengan con un discurso facilón y muy vendible, pero que realmente sólo puede llevar a un mal futuro, tan malo como el que padecen esos países. No les importa nuestro futuro ni nuestro presente, sólo quieren un país en el que el pueblo sirva ciegamente a la revolución, bien vigilada y bien controlada por el partido único, garante eterno de los ¡principios revolucionarios! Ahí queda eso.
Los maltratadores ideologistas, son iguales que los maltratadores sexistas o de género, son capaces de asesinar (incluidos niños), amenazar, extorsionar, insultar, secuestrar, torturar, acosar, esclavizar física o sicológicamente, y también económicamente, administrativamente...
Los maltratadores no responden a motivaciones políticas ni amorosas, la política y el amor son su excusa, su coartada. La política y el amor también son sus víctimas.
Quien maltrata tiene alma de maltratador, quien asesina tiene alma de asesino.
Tolerancia cero para toda clase de maltratadores, ya sean estos machistas, hembristas, ideologistas, identidistas o de cualesquiera índoles que existan o surgieran.